¿Sigues viviendo en pecado debido a creencias erróneas? (Testimonio de Salvación 8)
El “bautismo” que Jesucristo recibió de Juan el Bautista fue la única manera en que Cristo asumió sobre Sí mismo todos nuestros pecados.
A través del bautismo de Juan el Bautista, quien era un sumo sacerdote según el orden de Aarón, Él asumió los pecados del mundo, y después pagó el precio por todos estos pecados derramando Su sangre en la cruz. La cruz es en realidad el resultado de que Jesucristo asumiera nuestros pecados a través del bautismo.
Si Jesús no hubiera sido bautizado, Su muerte habría sido sin sentido.
Ahora soy justo y sin pecado a través de la fe en el evangelio del agua y del Espíritu.
Y la resolución para los pecados futuros se puede lograr reconociendo nuestros pecados y a través de la ley justa de salvación de Dios.
La fe de los justos es creer que cuando confesamos nuestros pecados, incluso estos pecados ya fueron tomados por Cristo hace 2000 años a través de Su bautismo, y Él pagó el precio por ellos derramando Su sangre en la cruz.
En el pasado, antes de encontrarme con el evangelio del agua y del Espíritu, aunque creía en el Señor Jesucristo, el pecado aún permanecía en mi corazón.
Esto era porque creía de manera incorrecta. Es decir, creía en Él mientras omitía Su bautismo. Debido a que el bautismo de Jesús faltaba en mi fe, siempre tenía un sentido de pecado. Por lo tanto, mi fe estaba equivocada.
En el pasado, solo creía en la sangre de la cruz.
Esto naturalmente me mantenía como pecador. Pero ahora es diferente. A través del evangelio del agua y del Espíritu, llegué a creer en Jesús de la manera más correcta. Es decir, llegué a creer que todos mis pecados fueron transferidos a Él cuando Jesús fue bautizado, y Él pagó el precio por esos pecados en la cruz.
Hoy, me he convertido en justo y sin pecado para siempre.
Agradezco al Señor Jesucristo que me permitió encontrarme con Su hermoso evangelio del agua y del Espíritu, que fue predicado a través de los siervos de The New Life Mission. A través de esto, llegué a saber que Jesús eliminó todos mis pecados - pasados, presentes y futuros.
Amén.
Prince-Arnaud Koffi (26, hombre)
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